Las mujeres suelen quejarse de cómo las madres arruinan a sus hijos, es decir a sus actuales novios, amantes, esposos…a sus parejas.
Que lo malcrió, que le cocinó, que no le hizo lavar nunca un plato, que no sabe cómo lavarse un calzoncillo.
Quejas.
Reproches.
Que las madres son machistas y por eso sus hijos siguen la misma suerte.
Aclaro, desde este momento, que la premisa parece ser (y acá se mantendrá) que el hombre carece de todo tipo de autodeterminación. Está solo en el mundo, pobre ser influenciable, sin ningún tipo de barrera psíquica a la terrible fuerza de la mente femenina.
Dicho esto, continúo.
Ok, la fórmula “madre machista = hijo machista = futura pareja sufriendo por eso”, parece estar comprobadísima, aunque siempre me pregunto que hace esa mujer que tanto aborrece el machismo de ese muchacho, casada con él…
Y ahí está la cuestión. Porque aparentemente, hay una victimaria más. Sí, señoras y señores: la novia boluda.
Esa que le banca todo.
Esa que se pasa una tarde encerrada esperándolo: “Dijo que iba a pasar a la tarde”.
Esa a la que nunca se le cruza por la cabeza irse a dar un vuelta, con el solo fin de que él llegue y no la encuentre.
Esa que se banca todos sus caprichos y mañas de malcriado.
Esa que deja de salir con sus amigas porque “él es celoso y no quiero que se ponga mal”, dicho esto mientras él está borracho con sus amigotes en un bar de mala muerte, mirando con ganas a la morocha despampanante del rincón.
Esa que finge, “para que él no se sienta mal, pobre”.
Esa que lo justifica siempre. Siempre: “No me llama desde el lunes, pero claro, está ocupado con el trabajo”.
Y estoy hablando de casos leves. De cuestiones relativamente menores.
Pero son estas muchachas, con problemas de autoestima y sin necesidad de que las respeten, las que también se encargan de arruinar hombres, que quizás en algún momento fueron medianamente potables, convirtiéndolos en tremendos idiotas, inmaduros, totalmente inservibles e insoportables para una mujer más o menos normal, con las neuronas algo acomodadas.
Gracias, chicas. Well done.
