Sunday, November 07, 2010

Bandera a cuadros

Soy una convencida que una de las razones por las cuales las mujeres como grupo aún no tenemos conciencia de clase es que nos han criado para competir entre nosotras, y ser la más linda parece el objetivo de muchas.

Si bien a primera vista, pareciera que la competencia es un simple concurso de belleza vacío, que no tiene más fundamento que sobresalir en belleza de entre una masa de mujeres, la realidad es que muchísimas buscan ser la más linda para estar en mejores condiciones de batallar por la conquista de un marido. De un hombre.

Son muchas las mujeres que sienten que se quedaron o se quedarán en el camino a ser una “mujer plena” si no hay un hombre que las acompañe. "Acompañe" en el mejor de casos, porque muchas mujeres no buscan un compañero en un hombre. Buscan un protector, alguien que las mantenga, alguien que justifique su existencia.

Y los hombres alimentan esta psicosis estableciendo estándares de belleza cada vez más altos y estrictos antes los cuales muchas mujeres no pueden ofrecer resistencia, porque aún no todas tenemos las herramientas necesarias para enfrentar esta esclavitud renovada a la cual se nos intenta someter. Lamentablemente, muchas veces con éxito.



¿Adelantarme al resto? ¿Sacar ventaja? Cuando se trata de la carrera que Figurella plantea, prefiero quedarme en casa leyendo o viendo una peli, comiendo chocolate.

Las mujeres debemos dejar de competir entre nosotras y darnos cuenta de que mientras no tomemos conciencia de nuestra situación mundial como segundo sexo, esta carrera a la nada, donde muchas dan codazos y se someten a dolorosísimas intervenciones quirúrgicas y a esclavizantes dietas, solamente va a minar nuestra posición en la sociedad.

Las mujeres dejaremos de ser el grupo humano más grande objeto de discriminación mundial el día que dejemos de usar los estándares masculinos para definirnos y comencemos a definir nosotras, las mujeres, a la mujer.

Las cosas como son

Presten atención al primer minuto de este video.

Friday, February 19, 2010

Los cepillos de dientes también pueden ser machistas

No será la primera vez que digo que el machismo está en todos lados, que se cuela en el discurso de muchas personas, y que muchas veces algo que parece inofensivo resulta tener, en realidad, un contenido que menosprecia al género femenino.

Este es el caso de las diferentes campañas publicitarias de Colgate para su producto Colgate 360º Deep Clean.

Veamos un poco de qué se trata:

Caso 1: En esta publicidad, el cepillo es un hombre que genera la admiración de un pequeño cepillo de dientes, que manifiesta que cuando sea grande quiere ser como él.


Caso 2: Aquí el cepillo de dientes, que también es un personaje masculino, es un explorador, a quien un cepillo de dientes femenino admira.

http://www.colgatebrasil.com.br/app/videos/watch.asp?v=114

Caso 3: Aquí el cepillo de dientes es un personaje femenino, y es el personaje principal del sueño erótico de otro cepillo de dientes, masculino.

colgate 360 commercial from dennis morais on Vimeo.


Caso 4: Y aquí, también se trata de un cepillo de dientes femenino, que genera fascinación en un cepillo masculino, que lo objetiviza, sumado a que su pareja femenina se pone celosa ya que está detallando las cualidad físicas de otra "mujer"


Si bien las características de los cepillos son las mismas, cuando el personaje tiene rasgos de hombre, es un personaje fuerte, valiente y explorador que genera admiración de mujeres y niños. Cuando el mismo cepillo de dientes tiene rasgos femeninos, es un personaje lindo, atractivo, deseable, cosificable por los cepillos masculinos, envidiado por los cepillos femeninos.

Son éstas las pequeñas cuestiones discursivas que se entremezclan en la comunicación diaria, y que la mayoría consume sin analizar realmente cuál es el mensaje de fondo.

Los diferentes medios de comunicación están repletos de tristes ejemplos sobre cómo el machismo está instalado en nuestra cultura. Y es nuestro deber estar lo suficientemente alertas como para hacer una lectura crítica y no permitir que este tipo de cosas pase desapercibida.