Sunday, July 20, 2008

Las amigas.

Cuando se habla de amistad, el debate más relevante y enardecido suele ser "¿existe la amistad entre el hombre y la mujer?"

Sin embargo, quizá por experiencia personal, siempre me pareció que la amistad entre el hombre y la mujer es súper fácil y es la amistad entre mujeres la que puede resultar más álgida.


La amistad entre mujeres parece algo que no es tan natural y que necesita construcción y esfuerzo por parte de ambas partes. Lo que tendría que darse naturalmente, en muchos casos implica una situación a remar, a sudar y que posiblemente origine una que otra lágrima.

Tal vez tenga que ver con esa naturaleza competitiva que tienen muchas mujeres que les hace imposible disfrutar del éxito ajeno, ser feliz porque la otra es feliz, solidarizarse cuando la otra está mal.

Hay mujeres que lamentan la imposibilidad, aparentemente congénita, de tener amigos hombres, cuando en realidad no tienen tampoco amigas mujeres. Pero creen tenerlas.

Volviendo a la experiencia personal, las veces que sufrí por una amistad que concluía, fueron amistados con otras mujeres (traiciones, mentiras, chusmerío: las razones siempre fueron múltiples y dolorosas).

Sin embargo, soy una ferviente creyente en la amistad entre mujeres, le sigo poniendo las fichas todos los días, porque cuando encontrás una amiga y conectás y compartís y te abrazás te das cuenta que hay pocas cosas mejores que esas.



En definitiva, tener amigos (sin distinción de género) es maravilloso.

Wednesday, July 16, 2008

Despenalización


Cuando se habla del aborto, se habla del derecho del que aún no ha nacido y del derecho de la mujer.

Pero me gustaría aclarar una situación en particular: el aborto de la mujer cuyo embarazo es resultado de una relación sexual no consentida.

Para evitar la desinformación circundante, transcribo lo que el Código Penal Argentino en su art. 86 dice:

"Incurrirán en las penas establecidas en el artículo anterior y sufrirán, además, inhabilitación especial por doble tiempo que el de la condena, los médicos, cirujanos, parteras o farmacéuticos que abusaren de su ciencia o arte para causar el aborto o cooperaren a causarlo.

El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es punible:

1º Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios.

2º Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto."

Como ya hablé de esto en otra oportunidad, quiero puntualizar que el pedido a la justicia es innecesario. En ningún lado se requiere solicitarlo, por lo que la persona que se encuentra en estas terribles circunstancias, tendría que estar en condiciones de acceder de inmediato a la posibilidad de practicarse un aborto sin tener que pasar por el escrutinio judicial y mediático.

Asimismo, es absolutamente injustificada la discriminación entre mujer idiota o demente y la mujer que no lo es: ambas sufren la violación y ambas padecerán, si es el caso, el embarazo producto del mismo.

Si la Iglesia considera que está mal abortar, que es un pecado mortal, que eduque a su feligresía para que no lo haga. Si una persona considera que es algo terrible, que no se lo practique y eduque a sus hijos en esa doctrina. Pero que por favor, no intenten decidir por el resto de las mujeres que consideran que el aborto es una opción más a una situación.

El aborto, como el uso del anticonceptivo de emergencia ("pastilla del día después"), como la ligadura de trompas, como la vasectomía, como el consumo de drogas, es una decisión personal. La misma se encuentra dentro del ámbito privado de las personas y mientras la forma de gestación siga siendo la actual, se le tiene que otorgar a la mujer el derecho inalienable que tiene sobre su propio cuerpo y su propia vida.

El aborto debe despenalizarse. Cada mujer tiene que tener la opción de realizarlo o no realizarlo. Y en cada caso, tener la contención del estado: ya sea a lo largo de la gestación, ya sea al momento de la interrupción de la misma, brindándole atención médica, contención psicológica e incluso económica en cualquiera de los dos casos y siempre que fuera necesario.