El machismo, por supuesto, llega también hasta la cama. Se trepa y se enreda entre el cuerpo del hombre y de la mujer.
Y en esa (des)comunicación corporal, muchos hombres intentarán hacer lo posible para satisfacerse. Y muchas mujeres harán lo posible para satisfacerlos.
Obvio que no todos los hombres piensan sólo en satisfacerse. Hay muchos interesados en pasarla bien y procurar que la mujer también pase un buen momento. La cuestión es que algunos de este grupo lo hacen con intereses egocéntricos: sólo quieren demostrar(se) que pueden ser los mejores jugadores también en la cama. Que es posible seguir haciendo golazos de media cancha aún fuera de ella.
Y las mujeres, bueno... Está la geisha, que ha sido criada para ser la sierva sexual del hombre que esté a su lado sin ningún tipo de consideración sobre su propio placer.
Aún más fácil es encontrar la que, por tal de "mantener contento" a su novio/esposo/loquesea y no estar sola, acepta relegar su satisfacción. Confiando en que será por un rato. Mientras se hace lo imposible por tratar de remontar una vida sexual casi inexistente, y quizás el hombre intentará hacerle creer que es por culpa de ella, haciendo comentarios sobre cómo engordó en los últimos meses, intentando convencerla de que sucede porque ella ya no es sexy como antes.
Es cierto que la mayoría de los hombres creen que son dioses en la cama y consideran que cada mujer que ha estado, esté o estará con ellos, debe agradecerle a los dioses del olimpo el haberlo dejado bajar a pasear entre los mortales y meterse en su lecho.
Pero no importa cuántas testigos de carácter un hombre proponga subir al estrado a declarar a su favor, hablando maravillas de sus movimientos sensuales y su arte en las sábanas, y no importa que estas mujeres, efectivamente, declaren que con él han tenido la mejor noche de sexo de su vida.
No importa, porque un hombre que declara, cuando un hombre que confiesa decir de vez en cuando, ya impaciente por concluir el asunto, "dale flaca, colate los dedos de una vez", deja más que claro que sus capacidades amatorias (por llamarlas de alguna manera) son más que limitadas.
Otro ejemplo claro de cuan machistas pueden ser los hombres en lo que se refiere a las relaciones sexuales, son las acusaciones que suelen realizar a las mujeres: si tranzaron, pero no se quiso ir con él ,es histérica. Si se fueron juntos, pero no acabó, es frígida.
Parece que nunca se les ocurre pensar que la chica no se fue con ellos después de tranzar porque no le gustaron sus besos, ni que no tuvieron un orgasmo porque ellos no hicieron nada para que eso sucediera, y casi casi hubiese sido lo mismo (o mejor) si ella se quedaba en su casa sola.
Y aquí no hay nadie enteramente culpable, ni enteramente inocente.
Hay claros ejemplos de hombres que no son unos asnos al momento de tener sexo y que se comportan como seres humanos, que procuran que los dos la pasen bien. Lo que demuestra que los hombres tienen elección y pueden elegir no ser unos tarados sexuales.
Hay claros ejemplos de mujeres que se plantan y no dejan que las pisoteen, y que se comportan como seres humanos, que procuran que los dos la pasen bien. Lo que demuestra que las mujeres tienen elección y pueden elegir no ser unas taradas sexuales.
Dicho esto, la casa recomienda:
1) a aquellos hombres que creen que la mujer tiene que agradecer que ellos estén en la misma habitación con ella, y a los cuales sólo les interesa su propio placer: abrir la mente, ser más perceptivos a las necesidades de la mujer que tienen a su lado, evitar frases como la arriba enunciada, procurar el placer de los dos. Les aseguro que la van a pasar mejor.
2) a aquellas mujeres que creen que la mujer tiene que agradecerle al hombre que esté con ellas, y piensan que relegar su placer es una forma mágica de fortalecer la pareja, y consideran que el orgasmo o una noche de gran satisfacción es un mito: abrir la mente, hacerle saber al hombre qué es lo que quieren, reaccionar ante frases como la arriba enunciada, procurar su propio placer a la par que el del hombre. Les aseguro que la van a pasar mejor.
No quise con este post jugar al papel de sexóloga. Nada de eso. Simplemente estoy preocupada (por no decir alarmada) por las historias que escucho últimamente y me pareció que sería interesante abarcar este tópico.
Y en esa (des)comunicación corporal, muchos hombres intentarán hacer lo posible para satisfacerse. Y muchas mujeres harán lo posible para satisfacerlos.
Obvio que no todos los hombres piensan sólo en satisfacerse. Hay muchos interesados en pasarla bien y procurar que la mujer también pase un buen momento. La cuestión es que algunos de este grupo lo hacen con intereses egocéntricos: sólo quieren demostrar(se) que pueden ser los mejores jugadores también en la cama. Que es posible seguir haciendo golazos de media cancha aún fuera de ella.
Y las mujeres, bueno... Está la geisha, que ha sido criada para ser la sierva sexual del hombre que esté a su lado sin ningún tipo de consideración sobre su propio placer.
Aún más fácil es encontrar la que, por tal de "mantener contento" a su novio/esposo/loquesea y no estar sola, acepta relegar su satisfacción. Confiando en que será por un rato. Mientras se hace lo imposible por tratar de remontar una vida sexual casi inexistente, y quizás el hombre intentará hacerle creer que es por culpa de ella, haciendo comentarios sobre cómo engordó en los últimos meses, intentando convencerla de que sucede porque ella ya no es sexy como antes.
Es cierto que la mayoría de los hombres creen que son dioses en la cama y consideran que cada mujer que ha estado, esté o estará con ellos, debe agradecerle a los dioses del olimpo el haberlo dejado bajar a pasear entre los mortales y meterse en su lecho.
Pero no importa cuántas testigos de carácter un hombre proponga subir al estrado a declarar a su favor, hablando maravillas de sus movimientos sensuales y su arte en las sábanas, y no importa que estas mujeres, efectivamente, declaren que con él han tenido la mejor noche de sexo de su vida.
No importa, porque un hombre que declara, cuando un hombre que confiesa decir de vez en cuando, ya impaciente por concluir el asunto, "dale flaca, colate los dedos de una vez", deja más que claro que sus capacidades amatorias (por llamarlas de alguna manera) son más que limitadas.
Otro ejemplo claro de cuan machistas pueden ser los hombres en lo que se refiere a las relaciones sexuales, son las acusaciones que suelen realizar a las mujeres: si tranzaron, pero no se quiso ir con él ,es histérica. Si se fueron juntos, pero no acabó, es frígida.
Parece que nunca se les ocurre pensar que la chica no se fue con ellos después de tranzar porque no le gustaron sus besos, ni que no tuvieron un orgasmo porque ellos no hicieron nada para que eso sucediera, y casi casi hubiese sido lo mismo (o mejor) si ella se quedaba en su casa sola.
Y aquí no hay nadie enteramente culpable, ni enteramente inocente.
Hay claros ejemplos de hombres que no son unos asnos al momento de tener sexo y que se comportan como seres humanos, que procuran que los dos la pasen bien. Lo que demuestra que los hombres tienen elección y pueden elegir no ser unos tarados sexuales.
Hay claros ejemplos de mujeres que se plantan y no dejan que las pisoteen, y que se comportan como seres humanos, que procuran que los dos la pasen bien. Lo que demuestra que las mujeres tienen elección y pueden elegir no ser unas taradas sexuales.
Dicho esto, la casa recomienda:
1) a aquellos hombres que creen que la mujer tiene que agradecer que ellos estén en la misma habitación con ella, y a los cuales sólo les interesa su propio placer: abrir la mente, ser más perceptivos a las necesidades de la mujer que tienen a su lado, evitar frases como la arriba enunciada, procurar el placer de los dos. Les aseguro que la van a pasar mejor.
2) a aquellas mujeres que creen que la mujer tiene que agradecerle al hombre que esté con ellas, y piensan que relegar su placer es una forma mágica de fortalecer la pareja, y consideran que el orgasmo o una noche de gran satisfacción es un mito: abrir la mente, hacerle saber al hombre qué es lo que quieren, reaccionar ante frases como la arriba enunciada, procurar su propio placer a la par que el del hombre. Les aseguro que la van a pasar mejor.
No quise con este post jugar al papel de sexóloga. Nada de eso. Simplemente estoy preocupada (por no decir alarmada) por las historias que escucho últimamente y me pareció que sería interesante abarcar este tópico.